Mi Pobre Angelito: 33 Años de Risas, Travesuras y Navidad

Hace 33 años, «Mi Pobre Angelito» nos enseñó que la Navidad puede ser divertida, incluso cuando estás solo en casa.

Hace 33 años, el 16 de noviembre de 1990, se estrenó en Estados Unidos una película que se convertiría en un clásico navideño: «Mi Pobre Angelito».

 

Esta comedia familiar, protagonizada por un joven Macaulay Culkin, fue un éxito rotundo, recaudando más de 476 millones de dólares en cines de todo el mundo.

 

La trama, que gira en torno a un niño que se queda solo en casa durante las vacaciones de Navidad y debe defender su hogar de dos ladrones, fue inspirada por una anécdota personal del director John Hughes. Mientras se preparaba para un viaje, Hughes se preguntó: «¿qué sería lo más insólito que me olvidé de llevar? ¡Mi hijo!».

 

Macaulay Culkin, quien en ese entonces tenía 10 años, obtuvo el premio a Mejor actor de comedia en el Chicago Film Critics Association Award y en los American Comedy Awards.

 

Además de Culkin, el elenco principal de ‘Mi pobre angelito’ estuvo conformado por: Joe Pesci, Daniel Stern, Catherine O’Hara, John Heard (quien falleció en 2017), Robert Blossom (fallecido en 2011) y Devin Ratray.

 

La película fue todo un éxito y recibió 2 nominaciones a los Golden Globes como mejor película de comedia musical y como mejor actor de comedia o musical para Macaulay Culkin. «Home Alone» también obtuvo 2 nominaciones al Premio Oscar por mejor banda sonora original y mejor canción original.

 

A 33 años de su estreno, los actores de «Mi Pobre Angelito» han seguido caminos diversos. Macaulay Culkin, a pesar de enfrentar un difícil período de adicción a las drogas durante su adolescencia, ha mantenido su carisma y popularidad entre sus seguidores.

 

Joe Pesci, quien interpretó a uno de los ladrones en la película, ha participado en más películas a lo largo de su carrera e, incluso, ganó un Óscar a Mejor actor de reparto en 1990, por su actuación en ‘Buenos muchachos’.

 

Hoy, «Mi Pobre Angelito» sigue siendo una película obligada en las maratones de Navidad, y su legado perdura en la cultura popular. A pesar de los años, la risa contagiosa y las travesuras de Kevin McCallister siguen resonando en los hogares de todo el mundo cada diciembre.