Alarma Global: Mortalidad de tiburones aumenta a 80 millones anuales

Leyes de protección fallan en frenar la caza excesiva, revela estudio en ‘Science’

Alarma Global: Mortalidad de tiburones aumenta a 80 millones anuales

Ciudad de México, 16 de enero de 2024 – Un reciente estudio publicado en la revista ‘Science’ ha encendido las alarmas sobre la conservación de los tiburones a nivel mundial. A pesar de la implementación de leyes protectoras, la mortalidad total de tiburones ha aumentado de 76 a 80 millones de ejemplares por año. Este preocupante aumento se da incluso con la proliferación de regulaciones destinadas a reducir la práctica del corte de aletas.

El estudio, llevado a cabo por un equipo internacional de investigadores, analizó las tendencias en la mortalidad de tiburones en 150 países pesqueros y en aguas internacionales. Examinando las capturas entre 2012 y 2019, los investigadores buscaban determinar si las medidas de conservación implementadas habían logrado reducir efectivamente las pérdidas de especies.

Además de analizar datos de capturas, el equipo entrevistó a expertos en pesca de tiburones, revelando que más del 30% de las capturas correspondían a especies amenazadas de extinción. La mortalidad global estimada, incluyendo tiburones no identificados correctamente por especie, ascendió a 101 millones en 2019, con un incremento notable en la pesca costera.

Curiosamente, mientras que la mortalidad en pesquerías costeras, que representan el 95% de la mortalidad total de tiburones, aumentó un 4% anual, las pesquerías reguladas en alta mar mostraron una disminución aproximada del 7%.

Sin embargo, los investigadores señalan que, aunque las prohibiciones del corte de aletas han disminuido esta práctica en el mar, han tenido un efecto limitado en reducir la mortalidad total. Incluso, estas regulaciones podrían haber incentivado la captura de tiburones, creando mercados adicionales para su carne y otros productos.

Echelle Burns, coautora del estudio de la Universidad de California en Santa Bárbara, enfatiza que combatir el corte de aletas no es suficiente. Propone medidas más específicas, como prohibiciones de pesca en áreas designadas y la liberación obligatoria de especies vulnerables capturadas accidentalmente, para proteger mejor a estos animales.

Los autores sugieren combinar protecciones geográficas con regulaciones de pesca específicas para mejorar las perspectivas de conservación. Subrayan la necesidad de políticas que desalienten la retención de especies amenazadas y sobrexplotadas, además de reducir la captura incidental.

La importancia de la rendición de cuentas de flotas pesqueras, empresas y órganos de gestión se destaca como clave para la implementación exitosa de estas medidas protectoras.