Presidente Noboa pone en la mira a ‘El Mayo’ Zambada como parte del plan antinarcóticos de Ecuador
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, lanza el ‘Plan Fénix’ para combatir el narcotráfico liderado por ‘El Mayo’ Zambada del Cártel de Sinaloa.
Ecuador a 19 de abril, 2024.- En un esfuerzo sin precedentes para combatir la creciente violencia y el narcotráfico en Ecuador, el presidente Daniel Noboa ha intensificado las acciones contra los principales capos del narcotráfico, incluyendo a Ismael «El Mayo» Zambada García, líder del Cártel de Sinaloa. Este movimiento forma parte de una estrategia más amplia, denominada «Plan Fénix», que busca erradicar la influencia de las organizaciones criminales en el país.
La administración de Noboa ha publicado un listado detallado de los criminales más buscados y los ha clasificado en dos categorías: «objetivos militares de grupos terroristas» y «los criminales más buscados por el eje de seguridad». Esta clasificación señala un cambio significativo en la manera en que Ecuador está abordando su problema de seguridad nacional, marcando un giro hacia acciones más agresivas y directas contra las redes delictivas.
El Cártel de Sinaloa, bajo la dirección de «El Mayo», ha sido identificado como uno de los principales generadores de violencia en Ecuador, involucrado en operaciones que van desde el tráfico de drogas hasta la extorsión y el asesinato. La presencia de este cártel en Ecuador no es solo un desafío para la seguridad interna del país, sino también para la estabilidad regional.
Además de «El Mayo», el listado incluye a figuras como Geovany Andrés «La Araña» Rojas, jefe de la organización Comandos de Frontera, una disidencia de las FARC. Esto destaca la compleja red de alianzas y conflictos entre diferentes grupos armados que operan dentro y alrededor de Ecuador.
El «Plan Fénix» de Ecuador se asemeja a la estrategia implementada por Nayib Bukele en El Salvador, que también ha incluido la militarización de la seguridad pública y la construcción de nuevas instalaciones carcelarias para contener a los criminales de alto perfil. Este enfoque agresivo ha generado debate tanto nacional como internacionalmente sobre su efectividad y las preocupaciones sobre los derechos humanos.