Familia de mexicano detenido en India solicita intervención de Cancillería; denuncian tortura

La familia de Jorge Renán Solís, mexicano preso en India, pide apoyo a @SRE_mx. Denuncian tortura y extorsión por parte de autoridades indias.

CDMX a 13 de julio, 2024.- Familiares de Jorge Renán Solís, un ciudadano mexicano detenido en India desde el 26 de septiembre de 2018, han hecho un llamado urgente a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) para que intervenga en su caso. Según su relato, Solís fue arrestado en una redada policial mientras se encontraba en India por motivos de trabajo, específicamente para comprar insumos para la industria farmacéutica.

 

Desde su detención, Solís ha enfrentado múltiples violaciones a sus derechos humanos. Sus familiares denuncian que fue encerrado en una bodega sin comunicación, alimentos ni un traductor, y que ha sido torturado y extorsionado por las autoridades indias. Esta situación ha sido confirmada por un informe del Departamento de Estado de Estados Unidos sobre prácticas en materia de derechos humanos en India, que señala la frecuencia de detenciones arbitrarias y extorsiones por parte de la policía.

 

En un caso que agrava aún más la situación, la esposa de Solís fue contactada por Sameer Wankhede, un oficial de inteligencia indio con un historial de denuncias por extorsión y amedrentamiento de detenidos. Wankhede exigió una suma de dinero a cambio de la libertad de Solís, perpetuando el ciclo de corrupción y abuso de poder.

 

Las autoridades indias han mantenido el caso de Solís bajo la jurisdicción de la ciudad de Indore, lo que ha dificultado cualquier intento de obtener apoyo legal de otras instancias. Los familiares de Solís han pedido ayuda en numerosas ocasiones, pero hasta el momento no han recibido una respuesta clara de las autoridades mexicanas.

 

“Hemos pedido apoyo en todos lados, pero hasta el momento no hemos tenido una respuesta clara y Jorge sigue en ese país, sin comunicación y viviendo todo tipo de injusticias”, señalaron los familiares. La situación de Solís pone de relieve las graves violaciones a los derechos humanos que enfrentan muchos detenidos en India y la necesidad de una intervención diplomática urgente.