Sheinbaum rinde homenaje al 68 en su primera «Mañanera del Pueblo»
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, dedicó su primera “Mañanera del Pueblo” al movimiento estudiantil de 1968, en el marco de la conmemoración de los 56 años de la matanza de Tlatelolco. Este acto, realizado en el Salón Tesorería de Palacio Nacional, no solo sirvió como homenaje, sino también como una reflexión sobre la importancia de este episodio en la historia reciente del país.
Por Juan Pablo Ojeda
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, dedicó su primera “Mañanera del Pueblo” al movimiento estudiantil de 1968, en el marco de la conmemoración de los 56 años de la matanza de Tlatelolco. Este acto, realizado en el Salón Tesorería de Palacio Nacional, no solo sirvió como homenaje, sino también como una reflexión sobre la importancia de este episodio en la historia reciente del país.
Sheinbaum, quien se identifica como “hija del movimiento de 1968”, destacó la relevancia de recordar estos eventos como un pilar fundamental en la lucha por la democracia en México. “Hoy, en la primera mañanera del pueblo en el segundo piso de la Cuarta Transformación, lo vamos a dedicar al 2 de octubre. 2 de octubre no se olvida. Hace 56 años en la Plaza de Tlatelolco, después de un movimiento estudiantil que pedía libertad, democracia y la libertad de los presos políticos”, expresó con profunda emoción.
Durante su discurso, la mandataria no escatimó en señalar que la represión ordenada por el entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz fue una de las mayores atrocidades en la historia del país. “Fue perpetrada una de las mayores atrocidades que se vivió en México en la segunda mitad del siglo XX. Fue una represión contra estudiantes que, en libertad y pidiendo diálogo, fueron asesinados y encarcelados”, remarcó.
Un aspecto personal que Sheinbaum compartió durante la conferencia fue la participación de su madre, Annie Pardo, en el movimiento estudiantil. “Para mí es una obligación recordar esta fecha. He dicho en otras ocasiones que soy hija del 68; mi madre participó como profesora en el IPN y fue expulsada por ello”, reveló, destacando que desde pequeña vivió las consecuencias de este suceso histórico. “Yo tenía seis años, pero en la familia fue algo que vivimos personalmente. Recuerdo visitar a Pablo Gómez y otros presos en Lecumberri”, añadió.
La presidenta subrayó que el movimiento estudiantil no solo dejó un legado de dolor, sino que también abrió la puerta a la participación política de muchos jóvenes. “El triunfo de ese movimiento, que para mí se concretó en 2018 con el presidente Andrés Manuel López Obrador, fue una recuperación de libertades, democracia y justicia para el pueblo de México”, concluyó.
Con esta emotiva ceremonia, Claudia Sheinbaum reafirma su compromiso con la memoria histórica y la construcción de un México más democrático.