Brujería en México: un legado ancestral con raíces en el Malleus Maleficarum

Una tradición oculta que forma parte de la historia mexicana

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Aunque muchos conocen el Día de Muertos como una de las tradiciones mexicanas más emblemáticas, pocos saben que la brujería también ha dejado huella en el país desde la época colonial. Curiosamente, gran parte de lo que hoy se entiende por brujería proviene de un libro europeo: el Malleus Maleficarum, o Martillo de las brujas, escrito en 1487 por los frailes Heinrich Kramer y Jacob Sprenger, quienes describieron los rituales y prácticas atribuidas a las brujas en Europa y establecieron la base para los juicios de brujería que se expandieron hasta América.

El impacto del Malleus Maleficarum en la Nueva España

La brujería llegó a la Nueva España como parte de la colonización, mezclándose con las creencias indígenas, africanas y españolas, y generando una identidad propia en el territorio. Durante este periodo, el uso de hierbas medicinales y remedios caseros, generalmente asociados a mujeres de castas mestizas y mulatas, despertaba sospechas entre las autoridades eclesiásticas, quienes veían en estas prácticas una amenaza para el control de la Iglesia.

Los juicios de brujería, sin embargo, se dirigían principalmente contra personas de bajos recursos o analfabetas, especialmente mujeres indígenas y de otras castas. Las acusaciones, basadas en supersticiones y rituales como el uso de amuletos y conjuros, quedaron registradas en los archivos de la Inquisición, aunque las condenas extremas, como la quema en la hoguera, no fueron tan frecuentes en México como en Europa.

Supersticiones, ritos y leyendas en la cultura mexicana

La brujería en México tomó un matiz particular: a diferencia de Europa, se enfocaba más en remedios naturales y magia amorosa o protectora. Entre las supersticiones populares, destaca el uso de adivinación y rituales para atraer bienes o evitar males, transmitidos de generación en generación. El libro Con el Diablo en el cuerpo, de Esther Cohen, relata cómo estos conocimientos se difundían en mercados y centros urbanos, consolidando a la brujería como una práctica económica y socialmente relevante.

La mulata de Córdoba: una leyenda icónica

Entre las historias que mejor ilustran la brujería en la Nueva España está la leyenda de la mulata de Córdoba. Se dice que Soledad, una mujer mulata encarcelada en 1618 bajo acusaciones de brujería, logró escapar dibujando un barco en su celda con un trozo de carbón y saltando hacia él en medio de una tormenta. Este relato, que ha perdurado a lo largo de los años, simboliza la fuerza y astucia atribuidas a las brujas en el imaginario colectivo mexicano.

La brujería en la actualidad

Hoy en día, la brujería se asocia más con la cultura popular que con la fe o la persecución. A pesar de la influencia de Halloween y del cine, la brujería en México mantiene su propia identidad, visible en mercados y lugares de culto al ocultismo. Ejemplo de ello es la película Huesera, que retoma elementos de la brujería y ha logrado reconocimiento en festivales internacionales, demostrando que este legado ancestral sigue vivo en la cultura mexicana.