Claves de la campaña presidencial en EE. UU.

La carrera presidencial en EE. UU. ha estado llena de giros inesperados: juicios, intentos de asesinato y renuncias. Kamala Harris y Trump, cara a cara en una elección que definirá el rumbo del país.

Claves de la campaña presidencial en EE. UU.

Estados Unidos a 3 de noviembre, 2024.- La campaña presidencial de Estados Unidos ha estado marcada por una serie de eventos inusuales y momentos dramáticos que han sacudido el panorama político. A solo dos días de las elecciones, los contendientes, el expresidente Donald Trump y la vicepresidenta Kamala Harris, se enfrentan en una contienda que ha capturado la atención mundial por sus giros inesperados y el clima de tensión que la rodea.

 

El inicio de la contienda Las primarias arrancaron en enero, y aunque el presidente Joe Biden logró la nominación sin oposición significativa en su partido, su gestión y apoyo a la guerra de Israel en Gaza generaron un movimiento de protesta. Por otro lado, Donald Trump tuvo más competencia en el Partido Republicano, destacando la participación de Nikki Haley. Sin embargo, el exmandatario se impuso rápidamente y aseguró la candidatura en marzo, aunque ya desde entonces la ciudadanía mostraba apatía por la idea de otro enfrentamiento entre él y Biden.

 

Los escándalos de Trump La campaña de Trump no estuvo exenta de controversias. En abril, enfrentó un juicio penal en Nueva York por pagos ocultos a una exactriz porno, resultando culpable en un hecho sin precedentes para un expresidente. A pesar de esto, en junio, la Corte Suprema intervino, retrasando su sentencia y afectando los otros procesos penales en su contra, lo que dio un respiro a su campaña.

 

El primer debate y sus consecuencias El 27 de junio, Trump y Biden se enfrentaron en un esperado debate televisado por CNN. Biden, de 81 años, mostró signos de desgaste, lo que encendió alarmas entre los demócratas. Sorprendentemente, Trump adoptó un tono más moderado, aprovechando los titubeos de su oponente para ganar puntos ante la audiencia.

 

Intentos de asesinato y unidad temporal La tensión aumentó en julio cuando Trump sobrevivió a un intento de asesinato durante un mitin en Pensilvania. El incidente dejó a Trump herido en una oreja y fue ampliamente cubierto por los medios, mostrando al expresidente rodeado por agentes del Servicio Secreto y con el puño en alto, murmurando “Lucha”. Este episodio generó un breve momento de solidaridad nacional, pero la calma no duró mucho, ya que la campaña pronto retomó su curso habitual de ataques y recriminaciones.

 

En septiembre, Trump volvió a ser objeto de un ataque en su campo de golf en Florida, lo que reforzó la percepción de peligro constante en su campaña.

 

La salida de Biden y la entrada de Kamala Harris El 21 de julio, en un movimiento inesperado, Biden anunció su retiro de la contienda, citando preocupaciones por su estado físico y mental. Este anuncio dio un giro total a la carrera, y Kamala Harris fue elegida como la nueva candidata demócrata en tiempo récord, generando entusiasmo en su partido y revitalizando la campaña. La exfiscal de ascendencia surasiática fue coronada en agosto durante una convención en Chicago, y eligió al gobernador Tim Walz como su compañero de fórmula.

 

Un debate decisivo El 10 de septiembre, Harris y Trump se enfrentaron en el único debate presidencial, que fue seguido por más de 67 millones de espectadores. Harris, con un enfoque directo, atacó los puntos débiles de Trump, incluyendo su capacidad de convocatoria y su reputación internacional. Trump, fiel a su estilo, centró sus ataques en la migración y acusó a Harris de tener tendencias «marxistas».

 

La recta final En la recta final, ambos candidatos intensificaron sus esfuerzos para captar el voto indeciso. Trump llenó el Madison Square Garden con 20,000 seguidores, quienes corearon consignas cargadas de retórica agresiva. Por su parte, Harris congregó a una multitud en Washington, donde prometió escribir un «nuevo capítulo» para Estados Unidos, evocando esperanza y un futuro más inclusivo.

 

A días de las elecciones, Estados Unidos se encuentra al borde de un cambio significativo, con una contienda que se define por la resistencia, la supervivencia política y la lucha por liderar un país dividido.