El pasado lunes, el Gobierno de la Ciudad de México y la Embajada de Colombia inauguraron la exposición “Gráfica Popular y Muralismo en Colombia”, un homenaje a la rica tradición de arte urbano de Colombia. Esta muestra al aire libre, ubicada en el Paseo de las Culturas Amigas en la Avenida Paseo de la Reforma, invita a los transeúntes a descubrir el poder del arte como herramienta de resistencia y lucha social.
La exhibición, compuesta por 60 impactantes imágenes de artistas colombianos y el colombiano-mexicano Chezar Dubinin, refleja el rol crucial de los colectivos gráficos en movimientos sociales, la defensa de los territorios y la visibilización de la diversidad cultural. A través de técnicas como stencil, linograbado y arte digital, los murales y carteles narran historias de lucha por la tierra, la vida y los derechos humanos, llevando los mensajes del pueblo colombiano directamente a las calles de la Ciudad de México.
En la ceremonia de apertura, Rocío Lombera González, Coordinadora General de Acción Internacional, destacó la importancia de este proyecto que busca democratizar el acceso al arte y ofrecer una experiencia cultural fuera de los museos. «Gracias a la Embajada de Colombia, podemos conocer de cerca su arte urbano y cómo transforma el espacio público en una revolución de conciencias», expresó Lombera.
La muestra, que estará disponible hasta el 2 de febrero de 2025, también rinde tributo a las luchas históricas y contemporáneas de los pueblos latinoamericanos, subrayando la fuerza del arte como un medio para reclamar justicia y memoria. Una de las piezas centrales es el mural que conmemora el décimo aniversario del Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado en Colombia, cuyo lema «Somos semilla, somos memoria, somos el sol que renace ante la impunidad» resuena como un grito por la justicia.
El Colectivo Dexpierte, que también participa en la exposición, comparte su visión sobre el arte como resistencia. «Creemos que el arte es una acción política, un discurso visual que nos permite expresar nuestras necesidades de justicia y verdad», afirmó Mauricio Poveda, director del colectivo.
Además, los visitantes podrán apreciar el mural “Hijos de la tierra”, realizado en Florencia, Colombia, que evoca la conexión de las comunidades indígenas con la selva amazónica, y las poderosas ilustraciones de Chezar Dubinin, que incluyen un homenaje a Emiliano Zapata y una reflexión sobre la biodiversidad del pacífico colombiano.
Esta exposición no solo ofrece una ventana al arte colombiano, sino que también reitera el profundo vínculo cultural entre México y Colombia, dos naciones unidas por su historia, luchas y un compromiso común con la justicia social. La muestra, abierta al público de manera gratuita, se puede disfrutar en cualquier momento del día, convirtiéndose en una experiencia cultural accesible para todos.
Ubicada entre la Glorieta del Ahuehuete y Avenida de los Insurgentes, frente a Reforma 222, la exposición es una invitación a reflexionar sobre el poder del arte como motor de cambio, recordando que la cultura no solo se vive dentro de los muros de los museos, sino que debe ser una parte activa de la vida diaria de la ciudad.