La temporada navideña está a la vuelta de la esquina, y si aún no sabes cómo disfrutarla al máximo sin salir de la Ciudad de México, el Ajusco es el destino perfecto para una experiencia única. Desde cortar tu propio árbol de Navidad hasta deleitarte con exquisitos cortes de carne, este lugar se transforma en un escenario mágico que combina naturaleza, tradición y gastronomía para que vivas la Navidad de una manera diferente.
Una tradición navideña con un toque ecológico
Si siempre has soñado con cortar tu propio pino, el Ajusco te ofrece la oportunidad de hacerlo en un entorno natural y sostenible. Los comuneros forestales te guiarán a través de hectáreas de pinos, ayacahuites y oyameles para que elijas el árbol perfecto. Este proceso, que respeta el equilibrio del ecosistema, asegura que por cada árbol cortado se plante uno nuevo, fomentando la sostenibilidad del entorno.
El recorrido comienza a unos 12.5 km de la carretera Picacho Ajusco, donde el paisaje boscoso y el clima frío invitan a disfrutar de la naturaleza en su máxima expresión. Este es el momento ideal para alejarse del bullicio de la ciudad y sumergirse en una experiencia navideña diferente.
Un festín navideño en The Grill Table
Después de cortar tu árbol, la parada obligatoria es en The Grill Table, ubicado en el kilómetro 13.5. Este restaurante se destaca no solo por su delicioso menú de cortes selectos como Tomahawk, Cowboy, Ribeye y New York, sino también por su ambiente navideño único. Además de la oferta gastronómica, puedes disfrutar de una cálida bienvenida con ponche gratuito para quienes lleguen con su árbol.
El restaurante no solo ofrece una experiencia culinaria de alto nivel, sino también espacios para capturar recuerdos, con su decoración navideña ideal para fotos y una actividad especial: escribir cartas para Santa Claus. Los postres, complementos y el café de olla hacen que cada visita sea una celebración de sabores tradicionales.
Una Navidad bajo las estrellas
Antes de regresar a la ciudad, es imprescindible disfrutar de una fogata al aire libre, acompañada de chocolate especiado con crema batida y bombones flameados o una sidra caliente. Las luces navideñas y el frío nocturno crean el ambiente perfecto para prolongar la experiencia, capturar más fotografías y sumergirse en el espíritu festivo.
El Ajusco se presenta como un destino único para quienes buscan disfrutar de la Navidad de manera diferente, sin salir de la Ciudad de México, y combinar la belleza natural con la calidez de las celebraciones navideñas.