Coca Cola, Grupo Modelo y Pepsico detienen operaciones en Acapulco por ola de violencia

Acapulco, Guerrero a 25 de enero, 2025.-  Varias empresas transnacionales, incluyendo Coca-Cola, Grupo Modelo y PepsiCo, han decidido suspender sus actividades en Acapulco debido a la creciente violencia que ha afectado a sus trabajadores. Entre miércoles y jueves, tres transportistas fueron asesinados en distintos puntos de la ciudad, lo que llevó a estas empresas a tomar medidas drásticas para proteger a sus empleados.

La situación se ha vuelto tan grave que las instalaciones de estas empresas permanecen cerradas hasta nuevo aviso. Según reportes de periodistas locales, como Carlos Carbajal de Cuartoscuro, los ataques armados contra los conductores han sido frecuentes en las últimas horas. La gobernadora Evelyn Salgado ha sido criticada por no atender adecuadamente el problema de la inseguridad en el estado.

Coca-Cola FEMSA emitió un comunicado destacando que la seguridad de sus colaboradores es prioridad y que las operaciones en Acapulco se limitarán hasta nuevo aviso. La empresa precisó que la decisión de limitar sus operaciones en Acapulco continuará de manera indefinida, y hasta nuevo aviso, debido a los recientes ataques y la amenaza constante que enfrentan sus trabajadores.

Además de Coca-Cola, Grupo Modelo también ha visto a sus empleados afectados por la violencia. El jueves, un chofer de Grupo Modelo fue asesinado a balazos, y otro trabajador de Sigma -distribuidora de productos FUD- fue herido en otro ataque un día antes. Estos incidentes subrayan la gravedad de la situación y la necesidad de medidas urgentes para proteger a los empleados.

Los sindicatos y gremios de transportistas han manifestado repetidamente su preocupación y exigido a las autoridades que tomen medidas concretas para garantizar la seguridad de los trabajadores. Las protestas han incluido marchas y manifestaciones para presionar a la gobernadora Evelyn Salgado y al gobierno local para que actúen de inmediato.

El impacto de esta violencia no solo afecta a los empleados, sino también a la economía local y la disponibilidad de productos básicos para los residentes de Acapulco. La comunidad empresarial y los residentes esperan que las autoridades implementen estrategias efectivas para controlar la violencia y restaurar la paz en la ciudad.