Capos extraditados: ¿Maniobra política ante aranceles de Trump?
México traslada a 29 narcotraficantes a EE.UU. en medio de tensiones comerciales con Trump. ¿Estrategia política?
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El reciente traslado de 29 narcotraficantes a Estados Unidos ha generado controversia y especulaciones sobre su verdadero propósito. Expertos aseguran que esta medida podría ser una herramienta política para enfrentar los eventuales aranceles del 25% que Donald Trump amenaza con imponer a productos mexicanos.
El envío de los presuntos criminales, que no fue denominado «extradición» por parte de México, ocurrió el mismo día de una reunión en Washington entre los gabinetes de seguridad y economía de ambos países. Andrés Sumano, académico del Colegio de la Frontera Norte, considera que esta medida sugiere una herramienta política utilizada por el gobierno mexicano en medio de las tensiones comerciales.
Mientras Sumano señala que el combate al fentanilo y a los cárteles de la droga es una prioridad del gobierno republicano, el verdadero objetivo de Trump sería negociar acuerdos comerciales. David Saucedo, experto en seguridad, coincide en que la coincidencia del traslado beneficia a ambos países tanto en el ámbito del combate al tráfico de drogas como en el comercial.
Autoridades mexicanas, como el fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, y el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, negaron que el traslado forme parte de acuerdos comerciales bilaterales. Aseguraron que la decisión fue tomada en el gabinete de seguridad en respuesta a una solicitud del gobierno estadounidense.
El 27 de febrero, ocho aviones de la Marina, Fuerza Aérea Mexicana y el Ejército Mexicano trasladaron a 29 narcotraficantes de organizaciones criminales como el Cártel de Sinaloa, Cártel Jalisco Nueva Generación, Los Zetas y La Familia Michoacana. Entre los extraditados se encontraba Rafael Caro Quintero, fundador del Cártel de Guadalajara, acusado por Estados Unidos del asesinato del exagente de la DEA, Enrique “Kiki” Camarena.
El administrador interino de la DEA, Derek S. Maltz, declaró que este traslado envía un mensaje claro a los líderes de los cárteles: «Ustedes serán responsables. No importa cuánto tiempo tome, no importa cuán lejos corras, la justicia te encontrará». Esta medida es vista como un paso importante en las relaciones de seguridad bilaterales entre México y Estados Unidos.