Las Islas Marshall son un grupo de atolones y islas ubicadas en el Océano Pacífico, al norte de Nueva Guinea. Entre 1946 y 1958, Estados Unidos realizó una serie de pruebas nucleares en el archipiélago. En total, se llevaron a cabo 67 pruebas nucleares, incluyendo la explosión de la bomba de hidrógeno más grande jamás detonada por Estados Unidos.

Las pruebas nucleares en las Islas Marshall tuvieron un impacto devastador en la población y el medio ambiente de la zona. Los residentes fueron expuestos a altos niveles de radiación, lo que causó enfermedades y muertes. Muchas islas y atolones fueron contaminados por la radiación y algunos se volvieron inhabitables.

En 1986, después de años de presión internacional y protestas de los residentes de las Islas Marshall, Estados Unidos acordó pagar una compensación de $150 millones a las víctimas de las pruebas nucleares y a sus familias. Además, se estableció un fideicomiso para proporcionar asistencia financiera y apoyo a los residentes afectados por las pruebas nucleares.

A pesar de los esfuerzos de limpieza realizados por Estados Unidos en las últimas décadas, todavía hay áreas de las Islas Marshall que están contaminadas por la radiación y que representan un riesgo para la salud de los residentes. La experiencia de las Islas Marshall es un recordatorio de los peligros de las armas nucleares y de la importancia de evitar la exposición a la radiación.