Inseguridad en Nuevo León: Un grito de alerta desde el congreso
El diputado Waldo Fernández exige transparencia y coordinación ante el alza de la violencia en la entidad
Monterrey, Nuevo León – Frente a un escenario cada vez más violento y la reciente aparición de 11 cuerpos en la zona metropolitana de Monterrey, el diputado local por Morena, Waldo Fernández, levanta la voz para exigir respuestas y acción concreta.
Desde las bancas del Congreso, Fernández no se guardó palabras al expresar su preocupación por la escalada de violencia en Nuevo León, percibiendo en estos hechos la mano de “una acción coordinada de las organizaciones criminales”. Su llamado fue claro: instó a las autoridades municipales, al Gobernador Samuel García Sepúlveda y a la sociedad civil a unir esfuerzos, dejando de lado las diferencias partidistas, para combatir la inseguridad de manera conjunta.
“Hoy están más organizados en Nuevo León que las corporaciones de seguridad”, lamentó el legislador, haciendo referencia tanto a la Secretaría de Seguridad Pública como a la Fiscalía. Esta falta de coordinación y comunicación entre las autoridades parece ser un factor que potencia la audacia de los grupos delictivos.
La demanda de Fernández no se quedó ahí. Exhortó al Ejecutivo Estatal y a los 51 municipios de Nuevo León a rendir cuentas ante el Congreso. El objetivo es saber cómo están funcionando las mesas de seguridad, su periodicidad y, sobre todo, qué medidas se están tomando para contrarrestar la situación actual. «El nivel de la confrontación política tiene a los delincuentes de fiesta”, advirtió.
El diputado también consideró esencial que se designe un vocero que informe regularmente sobre la situación de seguridad en Nuevo León. Esta figura sería un enlace entre la Federación, el Estado y la Fiscalía, garantizando un flujo constante de información y coordinación.
El reto para las autoridades es evidente y la exigencia de transparencia y acción por parte de Fernández pone en el centro del debate público el tema de la inseguridad en Nuevo León. Con la población en alerta y la presión política en aumento, queda por ver cómo responderán las autoridades ante esta llamada urgente.