Adiós al Icono de la Literatura Mexicana: José Agustín, Pilar de la ‘Literatura de la Onda’

Fallece a los 79 años José Agustín, figura clave del movimiento literario de los años 60 en México

Adiós al Icono de la Literatura Mexicana: José Agustín, Pilar de la 'Literatura de la Onda'

Ciudad de México, 16 de enero del 2024. – El mundo literario y cultural de México se viste de luto con el fallecimiento de José Agustín, a los 79 años de edad. Conocido por ser uno de los máximos exponentes de la «literatura de la onda», movimiento literario mexicano que surgió en la década de 1960, Agustín deja un legado imborrable en las

letras hispanoamericanas.

La «literatura de la onda», término acuñado por Margo Glantz con una connotación inicialmente despectiva, fue adoptado por los escritores de esta corriente, incluido José Agustín. Esta literatura se caracterizó por su lenguaje coloquial y su enfoque en temas urbanos, reflejando las vivencias de los jóvenes de la época. Las obras de este movimiento a menudo incorporaban referencias a bandas de rock como The Doors, The Rolling Stones, Bob Dylan y The Beatles, así como expresiones de sectores marginados de la sociedad.

José Agustín, nacido en Guadalajara, Jalisco, y criado en Acapulco y la Ciudad de México, se convirtió en un cronista de su tiempo a través de obras que exploraban excesos, música, drogas y la búsqueda de identidad. Sus novelas, como «De perfil», «Inventando que sueño», «Se está haciendo tarde (final en laguna)» y «La mirada en el centro», son consideradas emblemáticas dentro de este movimiento y reflejan el espíritu rebelde juvenil de los años sesenta en México.

Aparte de su contribución a la literatura, José Agustín también dejó una huella indeleble en el cine, escribiendo guiones para películas como «El apando» y «Ya sé quién eres/Te he estado observando». Su versatilidad creativa se extendió al teatro y a la dirección y conducción de programas de televisión, demostrando su multifacética influencia en la cultura mexicana.

El anuncio de su fallecimiento fue hecho por su hijo José Agustín Ramírez, quien lo describió como un «guerrerense de corazón, autodidacta empedernido, amante de la comida y los placeres». La partida de José Agustín marca el fin de una era en la literatura mexicana, dejando tras de sí un legado de obras que continuarán inspirando a generaciones futuras.

Entre los reconocimientos que recibió a lo largo de su carrera, destacan el Premio Nacional de Ciencias y Artes en Linguística y Literatura en 2011, así como las medallas al

Mérito de Bellas Artes y al Mérito Artístico de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal. Estos premios no solo reconocen su excepcional talento literario, sino también su influencia perdurable en el panorama cultural de México.

El impacto de José Agustín en la literatura mexicana y en la generación de los años 60 es inmenso. Sus obras no solo capturan el zeitgeist de su época, sino que también abrieron caminos para futuros escritores y artistas en México y más allá. Su estilo distintivo, mezclando el coloquialismo con una aguda observación social, y su capacidad para abordar temas como el rock, el alcohol, las drogas, el sexo y los conflictos familiares, le valieron un lugar destacado en la historia literaria.

José Agustín será recordado no solo por sus contribuciones literarias, sino también por su papel como guionista, director y actor en la industria cinematográfica, así como por su trabajo en teatro y televisión. Su legado es una rica cinta de obras que atraviesa múltiples géneros y medios, reflejando su versatilidad y profundidad como artista.

La partida de José Agustín es una gran pérdida para el mundo cultural. Su obra y su espíritu permanecerán como una fuente de inspiración y reflexión para las futuras generaciones de escritores, cineastas y artistas en general.