Educación en ascenso: México alcanza mínimos históricos de deserción escolar
Programas de becas y estrategias inclusivas marcan la diferencia en la retención estudiantil durante el mandato de AMLO
Ciudad de México, 01 de febrero de 2024 – En un hito educativo sin precedentes, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha logrado reducir la deserción escolar en México a sus mínimos históricos tanto en el bachillerato como en el nivel superior, revelaron hoy funcionarios del sector educativo durante la conferencia matutina.
La subsecretaria de Educación Media Superior de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Nora Ruvalcaba Gámez, destacó el impacto positivo del programa de Becas para el Bienestar «Benito Juárez García» en la disminución de la tasa de abandono escolar. Desde el inicio de la actual administración federal en el ciclo escolar 2018-2019, la deserción en el nivel medio superior se redujo de un 14.2% a un 8.7% para el ciclo 2022-2023.
Ruvalcaba Gámez también señaló un incremento significativo en el ingreso a bachillerato, pasando de 66 estudiantes de cada 100 que terminaban la educación básica en 2018, a 84 estudiantes en el ciclo más reciente. Esta mejora indica no solo una retención escolar más efectiva sino también un acceso ampliado a la educación media superior.
Por otro lado, el subsecretario de Educación Superior, Luciano Concheiro Bórquez, informó que la tasa de abandono en las universidades ha alcanzado el punto más bajo de la última década, situándose en un 7.2%. Este logro es aún más notable en el sector público, donde la tasa de deserción es de solo 6.4%, comparada con el 9.6% en instituciones de educación superior privadas.
Concheiro Bórquez resaltó el «incremento sin precedentes» en la capacidad de absorción del sistema educativo superior, con 89 de cada 100 estudiantes que egresan del bachillerato ingresando a la educación superior en el último curso, un notable aumento desde el 76% registrado durante la pandemia.
Además, se reportó un aumento en la proporción de estudiantes universitarios provenientes de la población más pobre, así como un cambio significativo en la demografía estudiantil, con un 76% de mujeres entre los casi 700 mil nuevos estudiantes de educación superior en los últimos cinco años, reflejando una transformación profunda en la estructura educativa del país.