Unánime Apoyo en el Senado a Madre que Exige Justicia para su Hija; Piden Destitución del Juez que liberó al agresor
Legisladoras de todas las fuerzas políticas se solidarizan con Victoria Figueira en su lucha contra la impunidad.
Ciudad de México, 05 de marzo de 2024.- En un gesto de solidaridad transversal, senadoras de diversas corrientes políticas cerraron filas con Victoria Figueira, madre de una niña de 4 años víctima de abuso sexual, quien ha levantado la voz para exigir justicia ante la impunidad de la que goza el agresor de su hija. La controversia gira en torno a la decisión del juez Juan Manuel Alejandro Martínez Vitela, quien absolvió al imputado bajo criterios cuestionables, desencadenando indignación pública y un llamado a la acción legislativa.
Figueira, cuya batalla legal ha estado plagada de irregularidades y pérdida de pruebas esenciales, ha encontrado en el Senado un frente común que respalda su exigencia de justicia y la destitución del juez responsable de la absolución. La desaparición de videos clave en la carpeta de investigación y la revictimización de la menor por parte del sistema judicial son sólo algunas de las fallas que han marcado este doloroso proceso.
La Fiscalía de Género del Estado de México, dirigida por Selene Jiménez, ha sido señalada por Figueira de favorecer al agresor, otorgándole medidas cautelares que le permitieron enfrentar el juicio en libertad, pese a las evidencias en su contra. Este hecho ha alimentado la percepción de una justicia inclinada hacia la protección del victimario en lugar de la víctima.
Ante este panorama, la senadora Margarita Valdez, junto con Malú Micher y Josefina Vázquez Mota, presidentas de las comisiones de Salud, Igualdad de Género, y Derechos de la Niñez y Adolescencia, respectivamente, se han comprometido a dar seguimiento al caso hasta que se haga justicia. Resaltan la necesidad de un Poder Judicial confiable que no tolere la permanencia de jueces como Martínez Vitela y abogan por una revisión profunda del sistema para evitar que otros niños sean vulnerados por las mismas estructuras que deberían protegerlos.
Este caso subraya la urgencia de implementar reformas que fortalezcan la protección de los menores y aseguren un sistema de justicia imparcial y eficaz. Las legisladoras enfatizan la importancia de formar personal especializado en la atención de niños y adolescentes, así como de cerrar las lagunas legales que permiten la impunidad de delitos tan graves como el abuso sexual infantil.
La lucha de Victoria Figueira no sólo busca justicia para su hija, sino que se erige como un llamado a la sociedad y al Estado mexicano para garantizar la protección y el bienestar de todos los niños y niñas, evitando que caigan en manos de un sistema que, en ocasiones, parece olvidar su razón de ser.