Griselda López: La enigmática figura detrás de ‘Los Chapitos’ y su influencia en el Cártel de Sinaloa

Griselda López, la mamá de ‘Los Chapitos’, ha sido clave en el Cártel de Sinaloa. Su influencia va más allá de ser la ex de ‘El Chapo’.

Griselda López- La enigmática figura detrás de 'Los Chapitos' y su influencia en el Cártel de Sinaloa

Sinaloa a 23 de agosto, 2024.- Griselda Guadalupe López Pérez, conocida también como Karla Pérez Rojo, es una figura que ha ganado notoriedad en los últimos años debido a su estrecha relación con uno de los criminales más notorios de México, Joaquín “El Chapo” Guzmán. Como madre de cuatro hijos con “El Chapo”, dos de los cuales forman parte del grupo conocido como “Los Chapitos”, López ha estado en el centro de la tormenta que rodea al Cártel de Sinaloa.

 

Nacida en los años 60 en una familia de Sinaloa, Griselda López contrajo matrimonio con Guzmán en los años 80, convirtiéndose en su segunda esposa. De esta unión nacieron Joaquín Guzmán López, Ovidio Guzmán López, Edgar Guzmán López, y Griselda Guadalupe Guzmán López. A lo largo de los años, su nombre ha sido relacionado con diversas actividades delictivas, y en 2012 fue designada por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos como un miembro clave de la organización de tráfico de drogas encabezada por Guzmán Loera.

 

Su notoriedad no solo se debe a su relación con «El Chapo», sino también a su presunto papel dentro de la estructura del Cártel de Sinaloa. Según informes, Griselda López no solo ayudó a su esposo a evadir a las autoridades durante años, sino que también jugó un papel activo en las actividades del cártel. Se le ha vinculado con la organización de cementeras que podrían haber servido como fachada para el lavado de dinero y otras actividades ilícitas.

 

Tras el operativo conocido como «Culiacanazo», en el cual su hijo Ovidio Guzmán fue capturado, López Pérez fue señalada como la persona responsable de asumir los gastos funerarios de los sicarios caídos durante el enfrentamiento con las Fuerzas Armadas en Jesús María. Esta acción fue vista como un gesto de lealtad y poder dentro de los círculos del crimen organizado.

 

Aunque fue arrestada en 2015 en Culiacán, Griselda López fue liberada poco después de rendir su declaración en la Ciudad de México. Desde entonces, ha mantenido un perfil relativamente bajo, pero su influencia dentro del Cártel de Sinaloa continúa siendo objeto de especulación y análisis.

 

La historia de Griselda López es un reflejo de la complejidad del narcotráfico en México, donde las figuras femeninas no solo han sido compañeras de líderes criminales, sino que también han desempeñado roles activos y significativos en las operaciones delictivas.