El sencillo hábito que alivia el dolor de espalda
Caminar diariamente podría ser la clave para combatir la lumbalgia y mejorar la salud mental.
El dolor lumbar es una de las principales causas de discapacidad a nivel mundial, afectando a millones de personas. Aunque muchas veces los tratamientos tradicionales pueden resultar efectivos, un estudio reciente ha revelado una solución sorprendentemente simple y accesible: caminar. Incorporar este hábito a la rutina diaria no solo mitiga las molestias de la espalda, sino que también ofrece beneficios significativos para la salud mental y cardiovascular.
Un equipo de investigadores australianos ha encontrado que caminar regularmente puede aliviar el dolor de espalda y prevenir su reaparición. Publicados en la revista The Lancet, los hallazgos indican que quienes caminan cinco veces a la semana experimentan una reducción del 28% en la recurrencia de su dolor lumbar. Esto representa una buena noticia para aquellos que buscan una alternativa sencilla y económica a los tratamientos convencionales para la lumbalgia.
Pero, ¿por qué caminar tiene un efecto tan positivo en la salud de la espalda? Los expertos explican que el movimiento ligero, como caminar, estimula el flujo sanguíneo hacia la columna vertebral, lo que mejora la curación y fortalece las estructuras que sostienen la espalda. Caminar implica una serie de movimientos suaves que ejercen una carga ligera y repetitiva sobre la columna. Esta actividad es crucial para mantener la salud de los discos cartilaginosos y los músculos que rodean la espalda baja. Además, al caminar, se incrementa el flujo de oxígeno y nutrientes hacia los tejidos, promoviendo su regeneración.
Mark Hancock, investigador de la Universidad Macquarie en Sídney y participante en el estudio, menciona que el dolor de espalda es una condición fluctuante; los episodios suelen ir y venir. Después de la recuperación, muchas personas desarrollan un miedo al movimiento, lo que puede agravar su situación a largo plazo. Caminar ayuda a romper este ciclo de miedo y rigidez, ofreciendo un alivio no solo físico, sino también mental.
Los beneficios de caminar no se limitan a la espalda. Según Hancock, este ejercicio también contribuye a mejorar la salud cardiovascular, reducir el estrés y liberar endorfinas, conocidas como las hormonas de la felicidad. Así que, si sufres de dolor lumbar, dar un paseo diario podría ser la solución que estabas buscando.