La testosterona, conocida principalmente como la hormona masculina, juega un papel esencial en muchas funciones del cuerpo. Aunque los síntomas más reconocibles de un déficit en esta hormona incluyen fatiga, depresión y bajo deseo sexual, los efectos menos conocidos abarcan una amplia gama de sistemas corporales, desde el sistema óseo hasta el cardiovascular.
Uno de los efectos más preocupantes de la baja testosterona es su impacto en la densidad ósea. La disminución de esta hormona contribuye a una reducción gradual y silenciosa de la masa ósea, lo que aumenta el riesgo de fracturas. Stephen Borst, investigador del Malcom Randall Veterans Affairs Medical Center de Miami, advierte que estos efectos suelen pasar desapercibidos hasta que ocurre una fractura significativa, subrayando la importancia de la testosterona en la salud ósea masculina.
Para algunos hombres, la terapia de reemplazo de testosterona (TRT) puede ser una solución, ya que ayuda a fortalecer los huesos, especialmente en áreas como la columna lumbar. Sin embargo, los especialistas insisten en que se requieren estudios más amplios para confirmar estos beneficios de manera concluyente.
Además de su función directa en la estructura ósea, la testosterona también influye en el equilibrio hormonal del estrógeno, otra hormona clave para la salud ósea en los hombres. Aunque el mecanismo exacto no es completamente claro, esta interacción hormonal podría explicar la pérdida de densidad ósea en hombres con bajos niveles de testosterona.
El sistema cardiovascular y el riesgo de eventos cardíacos
Otro de los efectos menos conocidos pero igualmente preocupantes de la baja testosterona es su relación con la salud cardiovascular. Diversos estudios, como una revisión de 53 investigaciones publicada en la revista Andrology en 2014, han sugerido un vínculo entre los bajos niveles de testosterona y un aumento en la incidencia de enfermedades cardíacas y mortalidad temprana. Aunque esta relación no es concluyente, el riesgo de problemas cardíacos en hombres con baja testosterona ha impulsado a la comunidad científica a realizar estudios adicionales.
Impacto en la piel y el sistema nervioso
La baja testosterona puede tener efectos visibles en la piel, causando sequedad y empeorando afecciones como la psoriasis. Además, los niveles bajos de esta hormona se han asociado con dolores nerviosos y entumecimiento, especialmente en personas que ya padecen condiciones como la diabetes. Estas manifestaciones destacan cómo el déficit hormonal afecta tanto al exterior como al sistema nervioso.
Para muchos hombres, la baja testosterona está relacionada con un incremento en el peso corporal y la dificultad para perderlo. El endocrinólogo Ghandi Saadeh explica que los niveles bajos de testosterona dificultan la pérdida de peso incluso con dieta y ejercicio. Algunos estudios indican que la TRT podría ayudar en la reducción de peso, aunque su efectividad varía y se necesitan más investigaciones en esta área.
Finalmente, aunque no es concluyente, algunos estudios han señalado una posible relación entre la baja testosterona y problemas en la memoria y habilidades cognitivas. Los expertos consideran necesario un mayor número de estudios para entender a fondo esta conexión, que podría revelar otro de los efectos silenciosos de esta hormona en la salud masculina integral.
Un análisis de testosterona es el único método confiable para detectar si los niveles son bajos, y podría ser el primer paso para abordar estos efectos menos visibles y profundizar en un tratamiento efectivo que mejore la calidad de vida del paciente.