Cambios en salud tomarán uno, dos o tres sexenios; “deben ser pensados a largo plazo”: Kershenobich
Kershenobich apuesta por la prevención a largo plazo. Cambios tomarán hasta 3 sexenios, pero prometen un futuro más saludable.
CDMX a 11 de diciembre, 2024.- El secretario de Salud, David Kershenobich Stalnikowitz, ha trazado un ambicioso plan para transformar el sistema de salud mexicano, enfocándose en la prevención y la atención primaria. En una reunión con la Comisión de Salud del Senado, Kershenobich delineó una visión que podría tomar hasta tres sexenios en materializarse completamente.
Kershenobich enfatizó la necesidad de un giro radical en el enfoque de la salud pública:
- El 40% de la población padece hipertensión sin saberlo
- Se busca crear un sistema único de salud centrado en la prevención
- La meta es atender a las personas antes de que enfermen
«Los sistemas de salud más eficaces son aquellos que se enfocan en la prevención», afirmó el secretario.
El funcionario no esquivó los problemas actuales:
- Desabasto y distribución de medicamentos
- Falta de personal médico y de enfermería
- Saturación de hospitales
Para abordar estos retos, Kershenobich anunció:
- Creación de bases de datos para monitoreo a largo plazo
- Programa de pruebas clínicas en centros comunitarios desde enero
- Envío de muestras a laboratorios centrales vía Servicio Postal Mexicano
Kershenobich destacó aprendizajes clave de la crisis del COVID-19:
- Necesidad de una política industrial nacional en salud
- Reconocimiento del valor universal de la salud
«La salud no entiende de partidos, religión o clases sociales», recordó el secretario.
El plan de Kershenobich es ambicioso y de largo aliento. «Es una tarea que tomará uno, dos o tres sexenios», advirtió. Sin embargo, el respaldo del Senado y el reconocimiento de la urgencia de estos cambios sugieren un compromiso serio con esta transformación.
La visión de Kershenobich representa un cambio paradigmático en la salud pública mexicana. Si bien los desafíos son enormes, el enfoque en la prevención y la planificación a largo plazo podrían sentar las bases para un sistema de salud más robusto y eficiente para las generaciones futuras.