Cuando los perros van a la escuela: el fenómeno de las guarderías caninas en China
El auge de las guarderías y cafés para mascotas en un país con baja natalidad
En China, las mascotas están ocupando un lugar cada vez más importante en la vida de las personas, al punto de que ya existen guarderías y cafés exclusivos para perros y gatos. En un país donde hay más mascotas que niños, esta tendencia refleja no solo el cariño hacia los animales, sino también un cambio demográfico significativo.
La crisis de natalidad en China ha llevado a muchos jóvenes adultos a optar por tener mascotas en lugar de hijos. Mientras el gobierno impulsa políticas para aumentar la tasa de nacimientos, el número de perros y gatos en áreas urbanas ha crecido exponencialmente. Se estima que para 2030 habrá más de 70 millones de mascotas en las ciudades, superando el número de niños menores de cuatro años.
Guarderías para perros: una nueva realidad
Ante este fenómeno, han surgido negocios como cafés y guarderías para mascotas, donde los dueños pueden dejar a sus animales mientras trabajan o realizan otras actividades. En estos espacios, los perros juegan con otros, reciben cuidados especiales y hasta «trabajan», ya que los clientes pueden pagar para interactuar con ellos.
Las tarifas por estos servicios oscilan entre 30 y 60 yuanes (aproximadamente 84 y 169 pesos mexicanos), lo que ha impulsado la rápida expansión de estos negocios. Desde la apertura del primer café de este tipo en 2011 en Guangzhou, la industria ha crecido un 200% anual, con más de 4,000 empresas dedicadas al cuidado de mascotas en 2023.
La alta demanda ha llevado a que los propietarios de estos cafés soliciten «empleados caninos» con métodos similares a los del mercado laboral humano. En la red social Xiaohongshu, los dueños de mascotas envían «currículums» de sus perros para postularlos en estos establecimientos.
¿Reflejo de amor o de crisis?
Aunque este crecimiento puede interpretarse como una muestra del amor por los animales, también evidencia una realidad social: la baja natalidad y el cambio de prioridades en la población china. Los «perrhijos» han pasado de ser simples compañeros a desempeñar un rol cada vez más relevante en la economía y la cultura del país.