Rescate de la danza Ndisakui, esfuerzo en favor de la memoria colectiva
¡Gran noticia! La danza ndisakui revive en Tototepec, Guerrero gracias al apoyo de IberCultura Viva y la Secretaría de Cultura de México.
Tototepec, Guerrero – Con el propósito de preservar, reconocer y difundir el patrimonio cultural inmaterial, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través de la Dirección General de Vinculación Cultural, recibió a finales de 2024 un apoyo económico de 2,000 dólares estadounidenses por parte del programa IberCultura Viva. Esta colaboración ha permitido la ejecución del proyecto «Rescate de la danza ancestral ndisakui (mono gigante) como patrimonio cultural de Tototepec (Yozononi), Tlapa de Comonfort, Guerrero», surgido a partir de las jornadas del Convite cultural “Mis raíces Yozononi”.
Este proyecto intergeneracional ha permitido rescatar los elementos esenciales de la danza ndisakui, una expresión cultural con más de 150 años de historia que estaba en riesgo de desaparecer, ya que no se había ejecutado en la última década. Con la colaboración de la comunidad y expertos locales, se han recuperado las piezas originales de la danza y se han replicado para su preservación.
El proyecto ha involucrado a habitantes de Tototepec, como la señora Guadalupe Rivera León, quien proporcionó las piezas originales, y el carpintero Guillermo Arias, encargado de replicarlas. Además, se contó con la participación de artesanos y especialistas en pirotecnia para recrear el vestuario y los accesorios tradicionales. La danza representa a un hombre y una mujer de gran tamaño, tallados en madera y recubiertos con petates de palma, que reflejan la identidad local.
La culminación del esfuerzo se celebró en la Capilla de la Virgen de Guadalupe en Tototepec, donde la comunidad pudo revivir la danza, acompañada de la tradicional del torito. Durante la festividad, se realizó una procesión en la que se compartieron platillos típicos. Todo el proceso fue registrado en un cortometraje documental, asegurando así el testimonio de la tradición para su difusión y transmisión a futuras generaciones.
El proyecto contó con la participación de 55 personas, más de la mitad hablantes de la lengua Tu’un Savi. Además, se logró la promesa de Sabino Castañeda, habitante de Tototepec, para continuar con la danza durante los próximos cuatro años, impulsando su permanencia dentro de la comunidad.
El apoyo de IberCultura Viva, como programa de cooperación técnica y financiera entre gobiernos iberoamericanos, ha sido fundamental para fortalecer la diversidad cultural a través de políticas públicas y acciones territoriales como esta. Gracias a dicho esfuerzo y al Convite cultural “Mis raíces Yozononi”, la danza ndisakui recobra vida en Tototepec, reafirmando la importancia de preservar y fortalecer las expresiones culturales que dan identidad a las comunidades.