El ascenso de CJNG y Los Viagras en Michoacán durante la administración de Silvano Aureoles
Durante el mandato de Silvano Aureoles, CJNG y Los Viagras se fortalecieron en Michoacán. ¿Qué pasó con las promesas de seguridad?
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Durante el mandato de Silvano Aureoles en Michoacán, dos cárteles se fortalecieron significativamente: el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y Los Viagras. A pesar de las promesas de Aureoles de restablecer la ley y el orden, la violencia y el control del narcotráfico se intensificaron en la región.
En febrero de 2016, el gobierno federal, con el respaldo de Aureoles, desmanteló las autodefensas de Michoacán, que habían surgido para combatir a Los Caballeros Templarios. Sin embargo, muchos de los civiles que tomaron las armas decidieron formar sus propios grupos criminales. Nicolás Sierra Santana, alias «El Gordo», emergió como líder de Los Viagras, uno de los cárteles más poderosos de Michoacán.
Durante el sexenio de Aureoles, el CJNG intensificó su lucha por el control de la Tierra Caliente de Michoacán. A pesar de las negaciones de Aureoles sobre la presencia del CJNG en la región, el cártel atacó a grupos rivales y formó alianzas con cárteles locales como Los Viagras.
Al final de su administración, Aureoles acusó a Morena de ganar las elecciones con ayuda del narcotráfico. En contraste, el Padre Goyo, exlíder de las autodefensas de Apatzingán, señaló que el narcoestado se gestó con la complacencia de Aureoles y su cercanía con figuras criminales.
En noviembre de 2024, se difundieron imágenes del equipo táctico utilizado por las Fuerzas Especiales Limones, una alianza entre el CJNG y Los Viagras para extorsionar a los productores de la región.
A pesar de los esfuerzos por desmantelar las autodefensas y reestablecer el orden, la estrategia de seguridad de Aureoles falló en gran medida. El estado de Michoacán se vio envuelto en una espiral de violencia, con el CJNG y Los Viagras ejerciendo un control cada vez mayor sobre diversas regiones.
La administración de Aureoles estuvo marcada por acusaciones de connivencia con el narcotráfico. Estas acusaciones no solo vinieron de figuras políticas y líderes sociales, sino también de exmiembros de las autodefensas, quienes alegaron que el gobierno permitió el crecimiento de los cárteles.
Con la llegada de Alfredo Ramírez Bedolla a la gubernatura de Michoacán, se implementaron nuevas medidas de seguridad. El despliegue de miles de elementos del Ejército Mexicano y la Guardia Nacional buscó contener el avance del CJNG, aunque los resultados aún están por verse.
La creciente violencia y el control de los cárteles sobre diversas actividades económicas, como la producción de aguacate y limón, han tenido un impacto devastador en la sociedad civil. Los ciudadanos de Michoacán han vivido en un constante estado de miedo e inseguridad.
El futuro de Michoacán sigue siendo incierto. Con la salida de Aureoles y la entrada de una nueva administración, queda por verse si las nuevas estrategias de seguridad podrán frenar el avance de los cárteles y devolver la paz a la región.