Estados Unidos endurece restricciones de visas para funcionarios que faciliten la migración
Estados Unidos restringe visas para funcionarios que faciliten la migración irregular. Medida busca disuadir el tránsito de migrantes hacia EUA.
El gobierno de Estados Unidos, encabezado por el secretario de Estado Marco Rubio, ha anunciado una nueva política de restricción de visas dirigida a funcionarios de países que, según el gobierno estadounidense, faciliten el tránsito de migrantes hacia territorio estadounidense. Esta medida busca disuadir y prevenir la migración irregular, y se enmarca en un contexto de tensiones diplomáticas y políticas migratorias cada vez más estrictas.
El Departamento de Estado ha instituido una política que restringe el acceso a visas para funcionarios de inmigración y aduanas, así como para autoridades aeroportuarias y portuarias que sean considerados responsables de facilitar el tránsito de migrantes hacia Estados Unidos. Según Rubio, «los países a lo largo de las rutas migratorias deben hacer su parte para prevenir y disuadir el tránsito de extranjeros ilegales».
Esta nueva política complementa la política 3C existente, ampliada en 2024, que se dirige a actores del sector privado que proporcionan servicios de transporte y viaje para migrantes irregulares. La implementación de estas medidas continuará hasta que los funcionarios de otros países asuman la responsabilidad de garantizar que existan políticas vigentes para impedir el tránsito de inmigrantes.
El presidente Donald Trump ha prometido una operación de expulsión masiva de migrantes en situación irregular y ha declarado una emergencia nacional en la frontera con México. Esta medida ha generado tensiones diplomáticas, especialmente con países como México y Canadá, que han expresado su preocupación por las implicaciones económicas y sociales de estas políticas.
La administración de Trump ha intensificado su postura contra la migración irregular, argumentando que es necesario para proteger la seguridad nacional y la prosperidad de Estados Unidos. Sin embargo, estas medidas han sido criticadas por organizaciones de derechos humanos y gobiernos extranjeros, que consideran que podrían tener consecuencias negativas para las relaciones bilaterales y la estabilidad regional.
